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viernes, 27 de abril de 2012

Corazones

Por acá por favor...
Fúi a un bazar esa tarde.
Fui porque mi hermana que siempre tenia la casa impecable ,con los adornos y las cortinas correctas, me dijo donde buscar aquello que creía irremediablemente roto.

“…Un corazón?, si! Andá a lo de Eugenia, en la peatonal, tiene unos muy lindos , de cerámica pintados a mano o sinó unos almohadoncitos bordados que te pegan con todo lo que tengas en tu casa…”

La miré socarronamente, pero me hablaba en serio.
No tenía idea de cuanto había sufrido yo los últimos meses , de cuanto había llorado y es que no tenía idea porque no podía contárselo.

Como esposa y ama de casa mi corazón estaba asegurado se suponía que ni el más fuerte de los vientos podía conmoverlo.

Como mujer , sabía que no era asi. Cobarde, seguí las instrucciones de mi hermana y llené el comedor de corazoncitos nuevos, como si con esa estupidez pudiera reparar el mío , que calladamente rodaba por la vereda.

Recuerdo a mi vecina, Raquel, entrando a la cocina sin ver nada , ni a mí ni a los putos corazones que adornaban la sala.
 A mi hijo ,ensuciandolo todo recién llegado de jugar a la pelota, a mi marido ,preguntándome que hice de cenar.

Salí, salí corriendo a proclamar que estaba viva que había amado y que estaba sufriendo ( como si esperara algún premio por eso)

Alguien rompió uno de esos odiosos corazones detrás mio y sonréi

lunes, 23 de abril de 2012

Fantasmas.


Yo sabía que esos ruídos a cualquier hora ,las voces como de una radio que se pierden con el viento y  los portazos sin  una  fuerza tangible  que los cause, no podían estar en mi cabeza solamente.                                                                                                          Intuía otras vidas en mi cocina;  en el dormitorio incluso ,podía sentir que alguien me estaba mirando…

Pero jamás tuve miedo.
Siempre pensé en esa casa como un espacio ocupado a diferentes horas por varios planos de conciencia , quizá una más conciente que la otra.

Otra familia ,con sus perros , sus horarios ,sus deudas ,sus amores y sus rosales tambien.
Con el tiempo aprendí a interpretarlos; los sábados saldrían a casa de algún pariente , los lunes en cambio , vendría a cenar alguien más ( yo los suponía un grupo familiar de tres personas) Alguno de ellos tocaba el piano y ella probablemente , la esposa ,madre sería muy buena cocinera , repostera,me animo a decir…

Se cruzaban los horarios y a mí, me llegaban como bocanadas de aire frases sueltas ,una vez  hasta escuché gemidos …

Me preguntaba si ellos tendrían noticias nuestras , si seríamos de la misma manera “ sus fantasmas”

Una mañana en el espejo del baño finalmente nos cruzamos , ella y yo .
Éramos iguales; yo me estaba cepillando los dientes y ella en lo que dura un relámpago me miró desde el otro lado del botiquín sin el más mínimo asombro., Tuve la impresión de verla guiñarme un ojo , mi ojo.

Quise tocarla y sólo encontré la fría superficie del vidrio empañado por el vapor …
Nunca pude contárselo a nadie aunque  a veces tengo la impresión de que cada uno de nosotros guarda el mismo secreto con el mismo recelo ,en la más absoluta soledad.